Las principales proyecciones económicas a menos de 10 días de los comicios

La relevancia de la situación económica en la política se impone a una semana de las elecciones. Temas como la inflación, el déficit fiscal, el tipo de cambio y los salarios están en juego, tanto como lo estarán las decisiones de los votantes el 22 de octubre

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  • El país atraviesa una delicada situación económica con un déficit fiscal de más de dos billones de pesos y dificultades en la balanza comercial.
  • La inflación se encuentra en niveles récord, con un incremento del 138,3% en los últimos 12 meses, afectando el poder adquisitivo de los argentinos.
  • La caída en el consumo masivo ha perjudicado principalmente a los pequeños y medianos comercios, registrando una bajamucho en septiembre.

El proceso electoral está entrando en su fase decisiva. A menos de 200 horas para las elecciones, en las cuales los argentinos comenzarán a definir el futuro del país en los próximos cuatro años, la coyuntura adquiere aún más importancia junto a las convicciones individuales a la hora de elegir un partido político. Sin duda, uno de los temas más relevantes es el económico.

El domingo 22 de octubre, Sergio Massa por Unión por la Patria, Patricia Bullrich por Juntos por el Cambio, Javier Milei por La Libertad Avanza, Juan Schiaretti por Hacemos por Nuestro País y Myriam Bregman por el Frente de Izquierda de los Trabajadores, intentarán ganar las elecciones y llegar a la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre.

Actualmente, el país atraviesa una situación económica delicada, reflejada en diversas variables. Desde el aumento de precios en productos básicos y su impacto en el consumo, lo cual afecta a los pequeños y medianos comercios, a la volatilidad incontrolable del dólar y sus consecuencias en la vida diaria, en medio de ingresos y salarios que parecen no ser suficientes.

Déficit fiscal

Según el último informe sobre el Sector Público Nacional (SPN) del Ministerio de Economía, en agosto se registró un déficit primario de $36.964,4 millones y un déficit financiero de $384.504,5 millones. Así, el déficit acumulado en lo que va de 2023 supera los dos billones de pesos, es decir, $2.252.024,4 millones, lo que representa el 1,3% del PBI.

Sin embargo, en los próximos meses estos números podrían aumentar debido a la implementación de diferentes políticas tributarias, como la modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias para trabajadores y jubilados con ingresos menores a 15 salarios mínimos (actualmente en casi dos millones de pesos) y la devolución del IVA en productos de la canasta básica con un límite de $18.800. Estas medidas, junto con otros compromisos asumidos por el Estado, reducirán los ingresos y aumentarán los gastos.

Según un informe del Centro de Análisis Económico Equlibra, el déficit primario anual se estima en alrededor del 2,8% del PBI, superando los 5 billones de pesos, casi un punto por encima de la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional del 1,9%.

De hecho, el organismo analiza las últimas disposiciones y asegura que «exacerban las dificultades del país», argumentando que van en contra de lo acordado en la última revisión de la deuda externa contraída por el expresidente Mauricio Macri en 2018.

Balanza comercial, industria y dólar

En cuanto a la balanza comercial, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en agosto se registró un déficit de USD 1.011 millones. Las exportaciones (USD 5.854 millones) disminuyeron un 22,4% en comparación con el año anterior, mientras que las importaciones (USD 6.865 millones) retrocedieron un 10,4%. Este es el séptimo mes deficitario en lo que va del año, acumulando un saldo rojo de USD 6.205 millones en los primeros ocho meses.

Este fenómeno ocurre como consecuencia de una histórica falta de lluvias y también debido a la disminución de la actividad económica. En este último aspecto, se ve afectada la disponibilidad de divisas y surgen complicaciones relacionadas con los pagos a proveedores, así como las dificultades para autorizar la importación de insumos indispensables para la producción y la industria.

Uno de los sectores perjudicados por esta situación es el de la alimentación. Según Ornella Nacht, presidenta de la Cámara Argentina de la Pequeña y Mediana Industria de la Alimentación y Bebidas, la situación es «crítica» y la seguridad alimentaria del país corre peligro.

«En la actualidad, las empresas no tienen acceso a importar insumos, lo cual pone en riesgo el suministro interno y el empleo de miles de personas. Una empresa que no puede acceder a insumos deja de funcionar y no necesita trabajadores, por lo tanto, la situación se torna cada vez más compleja», manifestó Nacht en una entrevista.

Entre otros obstáculos, las dificultades para importar insumos están relacionadas con las SIRAs, un procedimiento electrónico utilizado para la gestión de importaciones en el que intervienen la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Dirección General de Aduanas, la Secretaría de Comercio y el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Esta problemática podría empeorar a corto y mediano plazo debido a la pérdida de reservas, que la próxima semana podrían situarse por debajo de los 25.000 millones de dólares.

Ante esta situación, el Gobierno ha implementado políticas restrictivas para evitar una caída aún mayor de las reservas, pero estas han generado dificultades que dificultan la entrada de divisas genuinas, generando un círculo vicioso difícil de superar.

A pesar de ello, el ministro de Economía ha activado en las últimas horas la segunda parte del swap con China, lo que implica la disponibilidad de 5 mil millones de dólares a partir de la próxima semana.

Otro tema relacionado es el dólar blue, que esta semana ha llegado incluso a operar a un máximo de $1050, aunque haya sido por un período de tiempo breve. En los últimos 35 días, el tipo de cambio informal ha pasado de $710 el viernes 8 de septiembre a los $980 actuales después del cierre del jueves, lo que representa un aumento del 38% en poco más de un mes.

Después de las elecciones, el mercado ya está anticipando una nueva devaluación en el tipo de cambio oficial, que actualmente está en $365,5.

Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, en el cual participan analistas, consultoras y entidades financieras locales e internacionales, se prevé que el año 2023 termine con un dólar a $530, lo cual podría aumentar aún más la brecha cambiaria que actualmente está en niveles récord.

Inflación, sueldos y consumo

Tanto la depreciación oficial como la volatilidad en los tipos de cambio financieros (MEP o Contado con Liquidación) y en el mercado informal tienen un impacto en los precios.

En septiembre, la tasa de inflación alcanzó el 12,7%, marcando un nuevo récord después del 12,4% registrado en agosto. De esta manera, ha aumentado en un 138,3% en los últimos 12 meses y acumula un incremento del 103,2% desde enero hasta septiembre de 2023.

Por lo tanto, experimentamos un aumento de dos dígitos por segundo mes consecutivo, algo que no hemos visto desde la última vez que se produjo una hiperinflación. Además, el número final es también sin precedentes: el aumento más alto registrado anteriormente se produjo en febrero de 1991, meses antes de la implementación de la Convertibilidad, cuando el IPC registró una variación mensual del 27%.

Esta presión cambiaria e inflacionaria no se está viendo acompañada por un aumento en los ingresos, a pesar del reciente aumento del 32,2% en el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM), que alcanzará los $156 mil en diciembre.

De acuerdo a las últimas escalas elaboradas por el INDEC, solo el 10% de la población más adinerada gana más de $280 mil al mes. En este sentido, durante la primera mitad del año, el 40,1% de los argentinos, es decir, 11,8 millones de personas, se encontraba por debajo de la línea de pobreza; mientras que la indigencia afectó al 9,3%, un total de 2,7 millones de personas.

Estos factores han provocado una disminución en el consumo masivo, especialmente en los pequeños y medianos comercios. El Índice de Ventas Minoristas Pymes (IVMP), elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) a partir del análisis de 1.241 comercios minoristas de todo el país, registró en septiembre una caída interanual del 5,1%, el peor rendimiento de todo 2023 y la mayor disminución desde la pandemia de Covid-19.

Otro dato preocupante es que, de los últimos 15 meses, solo hubo un aumento: en diciembre de 2022 (con un incremento del 3,2%). Desde junio del año pasado hasta la actualidad, y con esta excepción, el índice siempre ha sido negativo y se ha profundizado, especialmente a partir de marzo de 2023, siempre mostrando una disminución en comparación con el mes anterior.

«La curva tiene una pendiente cada vez más pronunciada. La caída es muy fuerte. También es alarmante la disminución en sectores como los alimentos y los medicamentos, que son elementos esenciales en los hogares argentinos», enfatizó el Secretario de Prensa de CAME, Salvador Femenia, en una entrevista con PERFIL.

Las proyecciones indican que, en los próximos meses, la inflación se mantendrá en valores cercanos a los registrados en agosto y septiembre, afectando principalmente a los productos de primera necesidad y a los sectores económicamente más vulnerables.

Según el Fondo Monetario Internacional, se espera que la inflación anual sea del 121,7% en Argentina durante el año 2023, lo que coloca al país entre las cinco naciones con la mayor subida de precios. Solo Zimbabwe, Venezuela, Sudán y Aruba superan a Argentina en este aspecto. Por su parte, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central estima que los precios seguirán aumentando a tasas de dos dígitos mensuales al menos hasta febrero de 2024, con la única excepción de octubre, donde se espera un aumento del 9,9%. En total, se estima que la inflación acumulada para el año 2023 sea del 180%.

Faltan pocas horas para que comience un proceso electoral cargado de tensión e importancia. Más allá de los colores políticos y las personalidades en las fotos, tanto frente como detrás de los equipos político-económicos de cada boleta, la falta de precisiones ha sido predominante.

Está claro que el futuro de Argentina después del 10 de diciembre será completamente distinto dependiendo de si el oficialismo, liderado por Sergio Massa, accede a la segunda vuelta o queda sin posibilidades de llegar a la Casa Rosada. También será diferente en el escenario de una victoria en primera vuelta de Javier Milei o de una entrada sorpresiva en noviembre.

Lo cierto es que, en medio de tantas promesas, declaraciones y hasta comentarios irresponsables y provocadores, de aquellos que aspiran a liderar el futuro del país, se encuentra la gente, que busca un poco de estabilidad en medio de tanta volatilidad y, sobre todo, espera que el horizonte de Argentina sea más prometedor.