- Los economistas proyectan que la inflación de agosto en Argentina será de al menos 9,3%, debido a la devaluación del tipo de cambio y la escalada del dólar blue.
- Las medidas adoptadas por el gobierno nacional, como el ajuste de las cotizaciones mayorista y minorista y las restricciones para operar el dólar MEP, podrían impulsar aún más la suba de precios.
- Los expertos advierten sobre la posibilidad de una espiralización de la inflación, lo que complicaría las aspiraciones presidenciales de Sergio Massa y aumentaría la incertidumbre poselectoral.
Tras la publicación de la inflación de julio, que fue del 6,3%, y en medio de la inestabilidad en el mercado cambiario, se está prestando especial atención a la evolución de los precios en agosto. Según economistas consultados por PERFIL, se espera que la inflación alcance como mínimo un 9,3%, debido a la devaluación del tipo de cambio oficial y el aumento récord del dólar blue a $730.
La suba de precios en términos interanuales alcanzó el 113,4%, con un acumulado del 60,2% entre enero y julio. Sin embargo, las recientes medidas adoptadas por el gobierno nacional podrían agregar un impulso adicional a la inflación del mes actual, y los expertos no descartan la posibilidad de una espiralización de precios de cara a las elecciones generales, lo que complicaría las aspiraciones presidenciales de Sergio Massa.
Pronósticos de inflación para agosto y el resto del año
Con el objetivo de disipar la incertidumbre posterior a las elecciones y reponer reservas, el Ministerio de Economía y el Banco Central han decidido ajustar el tipo de cambio mayorista y minorista en un 22%, hasta $350 y $365 respectivamente, y mantenerlos fijos hasta octubre. Además, se ha incrementado la tasa de interés en 21 puntos, alcanzando el 118%, y se han implementado medidas para restringir las operaciones con dólar MEP.
En diálogo con este medio, el analista económico Orlando Ferreres afirmó que, con la devaluación aplicada, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) superará el 10% el próximo mes y se situará entre el 11% y el 12%, según sus cálculos. Ferreres también señaló que el Ministerio de Economía carece de medidas para frenar el aumento de precios y anticipó que los resultados de las elecciones generales también afectarán a la evolución del costo de vida. Además, hizo hincapié en el elevado gasto público, que requiere un financiamiento constante por parte del Banco Central.
Por su parte, el economista Hernán Letcher atribuyó las expectativas de mayor inflación a cuatro factores: el gravamen del 7,5% sobre los bienes importados (impuesto PAÍS), el aumento del precio de la carne entre un 20% y un 30%, el impacto de los tipos de cambio financieros y la corrección del tipo de cambio oficial.
Según Matías de Luca, consultor de LCG, la variación del IPC se elevará al 14% en agosto y se mantendrá en cifras de dos dígitos en septiembre debido a la actualización cambiaria implementada por el Ministerio de Economía. Asimismo, proyectó que la inflación total para 2023 se ubicará entre el 160% y el 170%.
En relación a la situación de Massa como ministro y candidato presidencial, De Luca afirmó: «Con esta devaluación, la economía se dirige hacia un nuevo nivel de inflación y con tanta indexación y inercia, es muy difícil pensar en un freno sin un plan integral».
Inflación descontrolada: advertencias sobre los riesgos de una espiralización
En cuanto a esto, el director de Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne, pronosticó una inflación del 9,3% para el octavo mes del año y advirtió sobre el «riesgo de espiralización» de los precios, que «se incrementa con las medidas» adoptadas por el gobierno después de las elecciones primarias.
«Desafortunadamente, las medidas de Massa han sido muy deficientes desde que asumió, por lo que la inflación ha aumentado del 80% al 114% en los últimos 12 meses», lamentó el líder liberal sobre la gestión económica de la Casa de Hacienda.
Por su parte, el economista Guido Zack señaló que utilizar el tipo de cambio como ancla para controlar la inflación pierde eficacia a medida que el balance del Banco Central se deteriora. De hecho, se estima que la autoridad monetaria ha perdido más de USD 20.000 millones a lo largo del año y las reservas netas se han hundido a -USD 10.000 millones según cálculos privados.
«Haber devaluado un 22% y mantener la cotización del dólar congelada durante dos meses implica que en ese período vamos a tener un tipo de cambio real similar al anterior a la devaluación», concluyó el directivo de la Fundación Fundar.
Aunque destacó que el desembolso de USD 7.500 millones acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la próxima semana podría mitigar las tensiones cambiarias, advirtió que la situación podría complicarse si «la inflación se acelera más de lo que el Gobierno tenía previsto permitir».