El FMI advierte sobre la «situación económica delicada» y la «inestabilidad política» en Argentina

Informe del organismo internacional detalla los aspectos clave de la quinta y sexta evaluación del acuerdo con Argentina. Análisis, críticas y proyecciones sobre la economía del país

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  • El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha solicitado a Argentina un mayor control fiscal, así como el desarme del sistema de cambios múltiples y políticas de mediano plazo para reducir la inflación.
  • El FMI ha señalado incumplimientos por parte de Argentina en cuanto a los criterios de desempeño para la acumulación de reservas internacionales, el saldo fiscal primario y el financiamiento monetario del déficit fiscal.
  • El FMI ha aprobado el nuevo paquete de políticas lanzado por el gobierno argentino, el cual se enfoca en reconstruir rápidamente las reservas y fortalecer el orden fiscal a través de medidas para mejorar el régimen de tipo de cambio y contener la inflación.

Esta tarde, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha divulgado el informe del personal técnico sobre la quinta y sexta revisión del acuerdo con Argentina. En el informe, se ha hecho público el pedido de un mayor control fiscal, la eliminación del sistema de tipos de cambio múltiples y la implementación de políticas a mediano plazo para reducir la inflación.

El comienzo del escrito publicado por el FMI señala que desde la finalización de la cuarta revisión, la situación económica de Argentina se ha vuelto cada vez más frágil, con episodios de alta volatilidad en los mercados, reflejando recientemente incertidumbres políticas.

El FMI remarca los incumplimientos de Argentina

Desde el organismo multilateral, se asegura que la inflación y las presiones externas se han intensificado, y las reservas han disminuido a niveles peligrosamente bajos debido a la sequía y la falta de adaptación de políticas. También se menciona que los deslices políticos reflejan en parte limitaciones políticas y consideraciones electorales.

En relación al acuerdo en sí, el FMI expresa que este se ha desviado de su curso debido, en parte, a la histórica sequía y a errores y demoras en la implementación de políticas.

Los técnicos sostienen que los criterios de desempeño para finales de junio en cuanto a la acumulación de reservas internacionales netas (RIN), el saldo fiscal primario y el financiamiento monetario del déficit fiscal se han incumplido ampliamente.

Asimismo, el FMI considera que el progreso en la agenda estructural ha sido limitado, en parte debido a un mayor enfoque en garantizar la estabilidad a corto plazo.

En general, el texto agrega que los objetivos clave del programa, como la reducción de la inflación y la reconstrucción de reservas, siguen siendo esquivos, ya que los desequilibrios han aumentado en el contexto de choques externos y una débil implementación de políticas.

El respaldo del FMI al paquete de medidas lanzado por Massa

En ese sentido, el Fondo Monetario Internacional expresa que, ante el aumento de las presiones en la balanza de pagos y reconociendo la necesidad de un cambio significativo de rumbo, las autoridades están implementando un nuevo paquete de políticas para reactivar el programa y garantizar la estabilidad.

En el corto plazo, el enfoque del paquete se centra en la rápida reconstrucción de las reservas y la mejora del orden fiscal a través de medidas inmediatas para mejorar el régimen de tipo de cambio y aplicar políticas macroeconómicas más rigurosas para contener la inflación y mitigar el riesgo de posibles presiones desordenadas en el mercado», describieron.

Con respecto a los desequilibrios macroeconómicos y los múltiples tipos de cambio, el personal del FMI afirmó que el equipo económico argentino se comprometió a eliminar las restricciones cambiarias el próximo año «a medida que los efectos de la sequía disminuyan, las exportaciones crezcan y el impacto de políticas macroeconómicas más estrictas comience a tener efecto».

Las proyecciones del FMI para la actividad, la inflación y el déficit fiscal en 2023

Respecto a las proyecciones para 2023, se prevé una caída del PBI del 2,5% «debido al impacto más pronunciado de lo esperado de la sequía y las políticas macroeconómicas más restrictivas durante el resto del año».

«Se espera que la inflación alcance el 120% interanual para finales de 2023, aunque esto dependerá principalmente de la evolución de la transferencia de tipo de cambio a los precios y la implementación de políticas», pronosticaron los miembros del staff técnico.

En relación a la balanza comercial, se estima una mejora gradual durante el próximo cuatrimestre «respaldada por mejoras en la balanza energética después de la finalización de la primera fase del gasoducto».

«Se estima que el nuevo paquete de políticas aumentará las reservas internacionales netas en alrededor de 8 mil millones de dólares entre agosto y diciembre; aunque aún estarán por debajo de la meta establecida para finales de 2023 en la cuarta revisión, un monto de aproximadamente 7 mil millones de dólares», informaron.

En cuanto a la situación fiscal, el Fondo Monetario destacó que el objetivo de déficit primario se mantiene sin cambios para el año actual: 1,9%, «lo cual es coherente con un endurecimiento de la postura fiscal durante el resto de este año».

La demanda de un mayor control fiscal por parte del FMI

Siguiendo esa línea argumental, el organismo multilateral enfatizó que «será necesario ejercer un mayor control del gasto durante el período electoral, incluyendo la protección de los gastos sociales y las inversiones prioritarias en infraestructura».

Las autoridades se han comprometido a realizar esfuerzos adicionales para actualizar las tarifas energéticas de acuerdo con los costos de producción y contener los salarios del sector público y las pensiones, teniendo en cuenta las desviaciones pasadas en estas áreas.

El FMI también ha exigido la implementación de políticas a medio plazo que busquen acelerar los esfuerzos de consolidación fiscal a través de un mayor enfoque en medidas de ingresos y gastos estructurales de alta calidad y duraderas.

Además, se requiere una mayor armonización del régimen de tipo de cambio, incluyendo la rápida eliminación de prácticas cambiarias múltiples y restricciones cambiarias distorsivas según lo permitan las condiciones.