El índice de confianza en el sector agropecuario aumenta tras la caída en la producción de soja

Incertidumbre tras la peor cosecha en dos décadas: el Gobierno busca una transformación para recuperar los ingresos fiscales

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  • La sequía provocó la peor producción de soja en 20 años, disminuyendo un 52% en comparación con la campaña anterior.
  • La caída en la producción ocasionó un derrumbe en las liquidaciones del campo, generando una contracción del 59% en junio en comparación con el mismo mes del año pasado.
  • La recaudación del Estado se vio afectada, alcanzando solo $3,5 billones en junio, con un crecimiento nominal del 109,2% pero afectada por el efecto inflacionario.

La producción de soja en el español rioplatense ha sufrido un grave deterioro en los últimos 20 años, lo que ha generado un desequilibrio en las cuentas tanto del sector agrícola como del Gobierno. La sequía ha provocado una caída del 52% en comparación con la cosecha anterior, alcanzando un volumen total de 21 millones de toneladas, lo que significa una pérdida de 22,3 millones, un rendimiento inédito desde el año 2000 según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Según un informe, «después de finalizar las labores en el Sudeste de Buenos Aires, donde los rendimientos superaron las expectativas, se ha dado por concluida la campaña 2022/23 a nivel nacional para el cultivo de soja. La producción total alcanzó las 21 MTn, lo que representa una disminución del 52% en comparación con la campaña anterior (producción 2021/22: 43.300.000 Tn). El rendimiento promedio a nivel nacional fue de 15,4 qq/Ha, equivalente al 45% del rendimiento promedio de la campaña 2021/22 (rendimiento promedio 2021/22: 27,9 qq/ha) y al promedio de los últimos cinco años».

Expertos de la Bolsa de Cereales han señalado que la sequía y las altas temperaturas han causado pérdidas de área cosechable, especialmente en la soja de segunda siembra, y han generado una disminución significativa en los rendimientos. El análisis revela que la productividad ha sido negativa en casi todas las regiones del país. El rendimiento promedio en el Núcleo Norte fue de 15,2 qq/ha y en el Núcleo Sur de 13,8 qq/ha, lo cual ha tenido un gran impacto en la producción a nivel nacional, ya que estas son las zonas que más aportan al cultivo de soja.

La crisis agrícola afecta la recaudación del Gobierno

Este escenario ha generado una fuerte disminución en la entrada de divisas, estimada en alrededor de los USD 19.000 millones. La caída en la producción se ha reflejado en el colapso de las liquidaciones del campo, que han sufrido una reducción del 59% en comparación con el mismo mes del año anterior. Si se compara con mayo, la contracción ha sido del 62%, según un informe de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).

La entidad ha precisado que en el sexto mes del año, sin el incentivo del dólar-soja, las liquidaciones ascendieron solamente a US$1.581 millones. «El ingreso de divisas durante el mes de junio es el resultado de la magra cosecha gruesa, fuertemente impactada por la sequía, el fin del dólar especial establecido por el Decreto 194/23 y la situación económica general», afirmó.

El efecto climático ha golpeado la recaudación del Estado. En junio, la recaudación alcanzó los $3,5 billones, lo que implica un crecimiento nominal del 109,2% interanual, aunque si se tiene en cuenta el efecto inflacionario, se reduce a alrededor del 3,7%. Según un informe publicado por el Ministerio de Economía, «el primer semestre ha mostrado un desempeño seriamente afectado por el impacto de la sequía en los ingresos provenientes del comercio exterior. Si se excluyen estos impuestos, durante dicho período se ha registrado un aumento del 106,1% interanual, mientras que si se incluyen, el incremento alcanza el 95,9%».

Apuestas por el futuro de los ingresos

El Gobierno se basa en las previsiones a futuro para mantener la estabilidad. Fuentes del equipo económico destacan el cambio de tendencia en el futuro de la producción agrícola, respaldado por un informe de la Universidad Austral. El informe señala que en mayo se ha registrado una mejora en la confianza de los productores, impulsada por el índice de condiciones futuras que contrarresta la situación actual. Esto respalda el cambio favorable en las expectativas del sector privado, que se encuentran en niveles muy altos desde 2019.

Según el Índice de Confianza de los productores agropecuarios medido por el AG BAROMETER AUSTRAL, se ha registrado una importante mejora del 21% en comparación con la medición de marzo de 2023. Esta mejora se debe exclusivamente al Índice de Expectativas Futuras, que alcanza un valor de 120, uno de los más altos desde julio de 2019, antes de las elecciones primarias de ese año.

De acuerdo con el AG BAROMETER AUSTRAL, las expectativas de los productores sobre su situación financiera para los próximos 12 meses han mejorado significativamente (167 en comparación con 93 en marzo). Esto indica que lo peor ya ha pasado y que se vislumbra un retorno a la normalidad. Según el informe, la diferencia entre las condiciones actuales y las expectativas futuras parece indicar que se está dejando atrás uno de los peores años en la historia reciente. La sequía que afectó la Campaña 2022/23 resultó en una pérdida de más de 50 millones de toneladas de producción de los principales cultivos. Además, hubo una caída en los ingresos de alrededor de 18.900 millones de dólares que afectó a todos los actores de las cadenas productivas.