¿Es posible que se repita en el escenario posterior a las PASO el episodio conocido como «el lunes negro» de 2019?

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  • La presión sobre el tipo de cambio oficial ahora se da en los dólares paralelos antes de las elecciones primarias en Argentina.
  • Las restricciones cambiarias y el control del Banco Central son mayores en comparación con las PASO de 2019.
  • No hay claridad sobre los posibles resultados de las elecciones ni sobre si se repetirá el impacto del "lunes negro" de 2019 en los mercados paralelos.

La presión sobre el tipo de cambio oficial que ocurrió después de las PASO de 2019 ahora se está manifestando días antes en los mercados paralelos de divisas. Sin embargo, en estas elecciones primarias, los resultados y el impacto posterior no están claros.

Si nos remontamos a principios de 2019, no existía el cepo cambiario y el dólar oficial se cotizaba alrededor de los $38. La tendencia hacia la dolarización previa a las PASO lo elevó hasta aproximadamente $46.

Pero el caos comenzó el 12 de agosto, el día después de las primarias, conocido como el «lunes negro». El dólar oficial se elevó a $57 en una sola jornada después de que la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner obtuviera el 47,8% de los votos, con una diferencia de 16 puntos sobre Mauricio Macri y Miguel Angel Pichetto.

En resumen, las acciones de las empresas argentinas se desplomaron más del 60% en Wall Street. Mientras tanto, el índice Merval pre-PASO valía US$ 970, pero cerró en US$ 490 ese lunes.

Durante la campaña presidencial, con una victoria casi segura del oficialismo en las elecciones generales, la tendencia alcista del dólar continuó y el Banco Central comenzó a imponer las primeras restricciones en septiembre debido a la caída progresiva de las reservas: se estableció un límite mensual de compra de divisas de US$ 10.000.

Finalmente, después de las elecciones generales de octubre, el constante déficit en las reservas llevó al gobierno de Macri a establecer el cepo cambiario en US$ 200 mensuales, que aún está vigente. Sin embargo, para ese momento, el dólar ya había alcanzado los $63.

A días de las PASO 2023, el dólar oficial se cotiza a $295 y el dólar blue llegó a los $600, habiendo subido $50 en lo que va de agosto. Mientras tanto, el MEP alcanza los $557 y el CCL se vende a $589.

Pero la principal diferencia con respecto a 2019 radica en las numerosas restricciones al tipo de cambio oficial y en la falta de certeza sobre los posibles resultados de este domingo. Tampoco hay certezas sobre si se repetirá el «lunes negro» de 2019 en el mercado cambiario paralelo.

Similitudes y diferencias

En este sentido, Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, señaló: «La situación es muy diferente porque hoy hay muchas más restricciones cambiarias y el Banco Central tiene un mayor control sobre la evolución del tipo de cambio oficial. Recordemos que una de las consecuencias directas del salto cambiario de agosto de 2019 fue la imposición de límites para la compra de dólares».

«En consecuencia, una mala reacción al resultado de las PASO tendría como consecuencia un aumento en la cotización de los dólares paralelos y una caída en el precio de los bonos y acciones argentinas. La dimensión de esa reacción es la que podría forzar al gobierno a aceptar también una subida del dólar oficial«, explicó.

Para Caprarulo, un mal resultado para el mercado sería que Javier Milei tenga posibilidades de entrar a una segunda vuelta electoral.

Por su parte, Guido Zack, director económico de Fundar, expresó: «Existen similitudes y diferencias entre las PASO de 2019 y las actuales. Entre las similitudes, todos los procesos electorales en Argentina tienden a presentar grandes fluctuaciones en la macroeconomía y en particular en el ámbito cambiario. Esto no está desvinculado de la vulnerabilidad de la macroeconomía, que lleva más de una década«.

«Como reflejo de esto, quizás el indicador más relevante sea el nivel de reservas internacionales, ya que muestra la capacidad que tiene el Banco Central para compensar esta volatilidad», precisó.

Según Focus Market, las Reservas Internacionales del BCRA previas a las PASO de 2019 se situaban en US$ 67.899, mientras que en 2023 son de tan solo US$ 25.258 millones (en lo que va del año, las reservas han disminuido en US$ 19.000 millones).

«Otra similitud entre ambas PASO es que el Banco Central tiene un balance deteriorado con una fuerte presión sobre el tipo de cambio. Es posible que actualmente tenga un deterioro mayor que el de 2019, pero la diferencia es que este año se llega a las PASO con un cepo monetario muy estricto. Esto permite a la autoridad monetaria tener un mayor control sobre la cotización del tipo de cambio oficial, pero no sobre los paralelos», añadió.

«Es un hecho hipotético, pero es posible que si en 2019 se hubiera impuesto un cepo antes de las primarias, el efecto de la devaluación del tipo de cambio oficial habría repercutido principalmente en los tipos de cambio paralelos», consideró Zack.

Por otro lado, dijo: «Creo que una variable a tener en cuenta en los días posteriores a las PASO es si el FMI da señales de realizar el desembolso o no. Si lo hace, le da al Banco Central mayor capacidad para controlar la cotización del tipo de cambio oficial».

«Además, podría generar cierta calma en el mercado, para que las cotizaciones paralelas no sufran tanto el efecto de un eventual resultado, el cual tampoco está tan claro», añadió.

Y coincidió con Caprarulo al asegurar que un buen resultado de Javier Milei causaría mucha inquietud. Además, el especialista señaló que a medida que el libertario fue perdiendo terreno en las encuestas, el mercado se tranquilizó.

Además, Zack expresó: «A primera vista, uno podría pensar que un resultado muy desfavorable para el peronismo también puede generar preocupación. No tanto por cómo lo perciba el mercado, sino principalmente por los incentivos que Massa tendrá en su doble papel de ministro y candidato para posponer ciertas medidas que eventualmente serán inevitables».

En este contexto, explicó que esto aumenta las presiones ante la posibilidad de una corrección posterior en el valor del dólar oficial, para acercarlo más a los tipos de cambio paralelos debido a las restricciones de reservas.

Por su parte, Rocío Bisang, economista de EcoGo, señaló que la situación es muy diferente a la de las PASO de 2019 y aunque la economía está en una situación difícil, las expectativas son distintas.

En primer lugar, a diferencia de aquel año, Bisang afirmó que los candidatos son percibidos como más «favorables al mercado». «El candidato que resulte ganador, con ciertas diferencias, estará obligado a realizar ajustes y en ese sentido, las expectativas del mercado son positivas. No hay muchas posibilidades de un escenario sorprendente como en 2019», opinó.

Por otro lado, precisó que la situación de las reservas es completamente distinta, ya que actualmente las reservas netas son negativas.

En resumen, la economista detalló que en 2019, la cuenta de capital estaba liberalizada y existía un tipo de cambio único. «Hoy en día contamos con un sofisticado control cambiario y una brecha cambiaria que se mantiene alrededor del 100%», agregó.

«Una fuerte reacción posterior a las PASO, como la que ocurrió en 2019, parece un poco menos probable (el escenario de ‘se vienen tiempos difíciles’ no es tan probable), pero en caso de ocurrir, la capacidad de contenerla con reservas netas negativas es muy limitada y podría provocar un notable aumento en la inflación», explicó.

«La gran incógnita que plantean estas primarias es si después de ellas, el gobierno devaluará en el marco de las necesidades impuestas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional o si, por el contrario, tiene incentivos para seguir tensando la cuerda en busca de llegar, aunque con dificultades, a octubre», concluyó.