- Las medidas anunciadas por Sergio Massa buscan recomponer los salarios, pero podrían tener un impacto en la inflación y el mercado cambiario.
- Según los economistas consultados, estas medidas no rompen con la tendencia de caída en el poder adquisitivo de los argentinos y son solo parches temporales.
- Por otro lado, algunos expertos consideran que las medidas son auspiciosas y servirán para sostener el consumo y reactivar la economía en el corto plazo.
Expertos económicos analizaron las razones y efectos, a corto y mediano plazo, detrás del conjunto de medidas anunciadas el pasado domingo por Sergio Massa para trabajadores, monotributistas, jubilados y beneficiarios de la tarjeta Alimentar.
Destacan, entre otras acciones, una suma fija de $60,000 en dos pagos mensuales para trabajadores del sector público y privado, un bono de $37,000 pesos en septiembre, octubre y noviembre para jubilados y pensionados, la exención del componente tributario por seis meses para monotributistas de las categorías A, B, C y D, y acceso a créditos de ANSES de hasta $400,000 en 24, 36 o 48 cuotas con tasas subsidiadas, entre otras medidas.
El objetivo principal de estas medidas, según explicó el funcionario, es ayudar a contrarrestar las consecuencias de la devaluación del 22% implementada el lunes después de las elecciones primarias, que ya está teniendo un impacto significativo en los precios. Según informes de consultoras privadas, es probable que los próximos meses veamos aumentos de dos dígitos en el IPC.
Ante la consulta de PERFIL, la directora de NM Consultora, Natalia Motly, el Jefe de Economía de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, el economista Pablo Tigani y el experto en finanzas Gastón Lentini expresaron sus opiniones sobre las nuevas disposiciones y su posible impacto, tanto positivo como negativo. Rodolfo Santángelo, fundador de la consultora MacroViewm, también hizo lo propio en una entrevista con el programa «Esta Mañana» de Radio Rivadavia.
Natalia Motyl: «Hoy esas medidas no hacen más que empeorar la situación»
En cuanto a los anuncios, la economista y directora de NM Consultora, Natalia Motly, aseguró que «buscan mejorar los salarios», pero afirmó que, al evaluar su impacto positivo o negativo, se debe realizar un análisis más detenido: «Hay varios aspectos para considerar respecto a las medidas».
«En primer lugar, los salarios, teniendo en cuenta la canasta básica, han disminuido un 5.5% desde enero hasta junio, sin contar los dos últimos meses, donde ha habido un aumento acelerado de la inflación que en agosto podría incluso superar los dos dígitos mensuales. Lo mismo ocurre con las jubilaciones, que han caído más del 6% en el último año», explicó.
En este sentido, señaló que el aumento de las jubilaciones, los salarios en el sector público y el acceso a créditos «tendrán un impacto en los precios», ya que considera que para llevar a cabo estas medidas se deberá inyectar pesos para financiarlas, lo que provocará una disminución en el valor de la moneda.
Por el contrario, sostuvo que los aumentos en el sector privado no afectarán la inflación de la misma manera. «No es lo mismo. En este caso, salen en parte de las empresas, por lo que no ejercen presión sobre el nivel general de precios, ya que solo se trata de una redistribución de recursos entre los factores productivos. La participación del empleo en los ingresos es mayor con estas medidas», afirmó.
Además, aseguró que las sumas fijas podrían tener consecuencias en la cotización del dólar, especialmente en el mercado informal. «El exceso de pesos se destinará al consumo o a una mayor demanda de divisas, por lo que podría haber presiones en el mercado cambiario», argumentó.
«Al final, se entra en una dinámica en la que lo que parecía un alivio termina afectando aún más a los sectores en el corto y mediano plazo. Estas medidas no hacen más que agravar la situación», concluyó.
Eugenio Marí: «Estas medidas no interrumpen la tendencia de disminución del poder adquisitivo»
Por su parte, el miembro de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, estimó que las medidas anunciadas «tendrán un costo fiscal bruto de 0,4% del PBI, algo que será suavizado por la aceleración inflacionaria que hubo y que contribuye a diluir los gastos», especialmente en jubilaciones y prestaciones sociales que, asegura, «tienen una fórmula que se ajusta por inflación pasada».
«El Gobierno ahora se mueve en direcciones opuestas. Por un lado, debe mostrar una disminución en la inflación, que estimamos será superior al 10% en agosto. Por otro lado, busca mantener el consumo con un ‘Plan Platita’. Sin embargo, al no contar con recursos para implementar este tipo de políticas, existe el riesgo de depender aún más de la emisión monetaria y eso puede generar más combustible para la inflación. Aunque lo más probable es que esta emisión sea neutralizada con deuda remunerada del BCRA», explicó.
El economista jefe de la organización aseguró que «estas medidas no rompen la tendencia de disminución en el poder adquisitivo de los argentinos» y planteó un objetivo pensando en la próxima administración, cuando finalice el mandato de Alberto Fernández, independientemente de quién llegue a la Casa Rosada.
«Será imprescindible que el próximo gobierno implemente un programa de estabilización y desarrollo para que Argentina comience a sacar a las familias de la pobreza y estos parches sean cada vez menos necesarios», concluyó.
Pablo Tigani: «Las medidas anunciadas son prometedoras»
Por otro lado, Pablo Tigani resaltó que las medidas «son, realmente, auspiciosas» y que servirán para «pasar este período de transición hasta que termine el período electoral».
«Tienen como objetivo abordar los efectos generados por devaluación, que solicitaba el Fondo Monetario Internacional. Específicamente, tienen la intención de fortalecer los ingresos promedio de la población, no solo de los trabajadores activos sino también de los pasivos. También fortalece a los exportadores con financiamiento y, por supuesto, a todo lo relacionado con las asignaciones familiares», argumentó el economista.
Además, destacó que el aumento en el consumo, que ha caído después de la medida implementada en relación al tipo de cambio oficial, generará más ingresos para el Estado debido a estos «incentivos», que se utilizarían para financiar otras políticas de asistencia social.
«Todo lo relacionado con incrementos para el sector pasivo está vinculado al consumo, con el objetivo de mantener los niveles de forma natural, como se ha hecho hasta ahora. Sin embargo, se han destacado dos aspectos importantes: la congelación de los precios de los productos farmacéuticos y la ausencia de incrementos en los combustibles. También se ha establecido un acuerdo de precios en alimentos. Todas estas variables son de gran importancia», señaló.
«Todo lo que el Estado recoja como consecuencia de la reactivación económica, que ha estado disminuyendo en los últimos meses, generará mayores ingresos. Esto se logrará a través de un impulso a la demanda agregada desde una perspectiva macroeconómica y del estímulo al ingreso para los trabajadores», concluyó.
Gastón Lentini: «Las consecuencias serán asumidas por el próximo presidente»
Por su parte, el experto en finanzas Gastón Lentini criticó duramente las medidas anunciadas por el ministro de Economía, afirmando que no son más que «medidas provisionales o parches» que tendrán consecuencias futuras en los precios y la pérdida del poder adquisitivo.
«Todas las medidas de Massa que buscan proteger el bolsillo de la gente son simplemente un nuevo ‘Plan Platita’, el mismo que anteriormente nos llevó a una inflación anual del 120%», expresó.
También hizo hincapié en la depreciación del peso como clave para analizar la medida. «Creo que debemos centrarnos en lo que estamos haciendo, que es proporcionar una gran cantidad de pesos a la gente. La gente no querrá quedarse con esos pesos porque ya sabe lo que vendrá, lo que ocurrió en el 89 y en el 2001», explicó.
«Entonces, las personas corren a deshacerse de esos pesos, ya sea a través de los mercados, acumulándolos o consumiéndolos. Pero el objetivo, en todos los casos, es no tener pesos debido a que saben que en el futuro podrán comprar menos cosas con ellos. Ese es el trasfondo de la cuestión», agregó.
Por último, respecto a las consecuencias que según él estos anuncios pueden tener a corto y mediano plazo, concluyó: «Básicamente, veremos los efectos de seguir imprimiendo y regalando dinero dentro de dos o tres meses. Lo pagará el próximo presidente, cualquiera que sea. No nos sorprendamos, con estas medidas, de ver una tasa de inflación del 150%».
Rodolfo Santángelo: «Estas medidas son remiendos, más de lo mismo»
En la misma línea, el fundador de la consultora MacroViewm, Rodolfo Santángelo, afirmó que las recientes medidas económicas son «más de lo mismo» ya que «ni los salarios ni las jubilaciones podrán superar una inflación tan alta».
«Son medidas temporales que, en realidad, son necesarias ante esta situación de considerable aumento de precios, pero son soluciones paliativas. Cuando la inflación mensual es del 7% u 8%, es necesario brindar ayuda desde el Estado cada dos o tres meses. Pero cuando la inflación alcanza el 15%, como ocurrirá en septiembre, es necesario adelantar este tipo de medidas», afirmó en una entrevista con el programa «Esta mañana» de Radio Rivadavia, según informó la agencia NA.
«Conocemos por experiencia que las jubilaciones y los salarios no pueden competir con esta alta tasa de inflación. Y no creo que estas medidas cambien el panorama electoral», enfatizó en relación a los resultados de las últimas PASO, donde el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, quedó en tercer lugar, en una jornada donde el libertario Javier Milei fue el ganador.
Por otro lado, calificó como «muy negativo» el congelamiento de precios, situación que se está dando en los casos de medicamentos y combustibles. En este sentido, expresó que «sería beneficioso para la Patria si los precios se descongelaran a mediados de septiembre y si el dólar se moviera un poco, ya que de lo contrario, la situación podría empeorar».
Finalmente, señaló que el Gobierno «pasó doce meses intentando evitar una devaluación y la devaluación llegó» y que ahora «pretende algo aún más imposible, que es evitar que la devaluación se transmita a los precios».