Los aspectos fundamentales del programa de recorte del PAMI encargado por Mauricio Macri para Juntos por el Cambio

El exmandatario exige una reducción debido al destino "ineficiente" de la seguridad social de los jubilados. Un administrador, que previamente gestionó esos fondos con el partido Cambiemos, está encargado del plan y negocia el respaldo de los demás sectores de la oposición

Compartir en WhatsApp
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en LinkedIn
Compartir en Telegram
Copiar enlace
  • El expresidente Mauricio Macri está diseñando un paquete de medidas para imponer a un futuro gobierno de Juntos por el Cambio, con el objetivo de convertirse en el líder de la oposición.
  • Una de las medidas es reformar el PAMI y el IOMA para reducir beneficios universales y diversificar la atención en el sistema sanitario de gestión privada.
  • Se busca mantener las prestaciones a los jubilados y evitar nuevos ingresos al PAMI, adecuando el presupuesto y aplicando incentivos para retener a la tercera edad dentro del sistema.

Con la elaboración de un conjunto de medidas que se planea imponer a un futuro gobierno de Juntos por el Cambio, el ex presidente Mauricio Macri está avanzando en su objetivo de convertirse en el líder de la oposición, a pesar de haber renunciado a sus aspiraciones de regresar al poder en la Casa Rosada. Hace casi un año y medio, anticipándose al debate de candidatos, encargó a un grupo de gestores relacionados con el sistema sanitario un plan de ajuste en el PAMI, ya que considera que es «inviable» en las condiciones actuales. El problema que el frente JxC visualiza es la necesidad de reducir los beneficios universales debido al inminente cierre de una fuente de ingresos que desfinanciaría la obra social de los jubilados.

La iniciativa también incluye directrices para reformar la obra social de los trabajadores estatales de la provincia de Buenos Aires, el IOMA, que serían útiles para el sucesor de Axel Kicillof en caso de que la alianza opositora también logre imponerse en dicho territorio. Este trabajo está a punto de ser presentado y aprobado por consenso de los especialistas que representan a cada uno de los espacios que integran el frente opositor. Si se consolida, esta receta estará lista para ser utilizada por Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Néstor Grindetti o Diego Santilli.

Así lo reveló Sergio Cassinotti, quien ocupó el cargo de director ejecutivo del PAMI durante la gestión de Cambiemos, al confesar que fue «convocado por Macri a principios de 2022» con el objetivo de armar una propuesta para rediseñar el plan de salud, pero centrándose en la administración de la obra social de los jubilados. Fuentes cercanas al líder del PRO han señalado que Cassinotti es considerado por Macri como «un hombre serio». De hecho, su trabajo se llevó a cabo en el equipo de la Fundación Pensar, el think tank ultramacrista. Durante una cena en un restaurante de Buenos Aires, en la que participaron periodistas y que fue organizada por la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta Libre (CAPEMVeL), Cassinotti afirmó: «El PAMI es inviable».

Preocupación por el desfinanciamiento debido a la caída del impuesto PAÍS

Sin embargo, Cassinotti aclaró que el objetivo no es cerrar ni privatizar el PAMI, pero admitió que la entrega de medicamentos totalmente bonificados y el aumento en la cantidad de jubilados sin aportes registrados que ingresan al sistema a través de la nueva moratoria previsional han puesto en peligro la viabilidad financiera de la obra social de los jubilados. Desde que Alberto Fernández asumió la presidencia, el acceso gratuito a medicamentos ha aumentado considerablemente. La preocupación radica en cómo financiar dicha gratuidad, ya que el fin del decreto que establece el impuesto PAÍS, que destina el 70% de su recaudación a programas financiados por la Anses y el PAMI, generará un déficit en las cuentas del instituto. Para el PAMI, esto representa el 8% de su presupuesto anual. «Si hay un orden cambiario, ese impuesto dejará de existir», enfatizó Cassinotti.

El plan que Cassinotti tiene en mente busca que las obras sociales y las empresas de medicina prepaga «mantengan las prestaciones para los jubilados, con el fin de evitar nuevos ingresos al PAMI y diversificar la atención». Actualmente, existe este esquema, pero se aplicarán «incentivos» para retener a los adultos mayores en el sistema de salud privado. También se planea realizar una búsqueda exhaustiva para discriminar entre los beneficiarios con necesidades básicas insatisfechas y aquellos que tienen capacidad económica para pagar parte de sus medicamentos. Se presta especial atención al «aumento significativo» de los casos de discapacidad, que requieren servicios de movilidad adicionales costeados por la obra social. En JxC creen que ha habido una política de gratuidad «abusiva» que deberá ser auditada.

Entre las reformas que se proponen se encuentra la posibilidad de establecer un sistema de prestaciones básicas gratuitas, lo que convertiría al PAMI en un instituto de atención urgente para los jubilados que puedan pagar por servicios adicionales. Cassinotti dejó claro que el primer punto a revertir es el 9% del presupuesto destinado a turismo y actividades sociales que financia el organismo. Pero no todas las medidas se centran en recortar servicios, sino que también se pretende avanzar en la digitalización y en la atención a distancia para reducir la cantidad de oficinas en todo el país. «Mientras las empresas de medicina prepaga reducen sus filiales, el PAMI las multiplica», lamentó el exfuncionario. Según él, las más de 600 agencias de atención y las 38 Unidades de Gestión Local (UGL) que existen en todo el país son, en la práctica, «como unidades básicas del peronismo». Cassinotti se quejó de que, durante su gestión, tuvo que despedir a 1.300 empleados y que el gobierno actual ha contratado a otros 2.000.

El plan de «reformas necesarias» ideado por Macri

El ex director ejecutivo del PAMI también apuntó contra el IOMA, el instituto que dirigió durante casi el primer año y medio de gestión de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Anunció que se propondrá una reforma que permita liberar a los aportantes cautivos, es decir, a los trabajadores estatales bonaerenses y a los de cada uno de los 135 municipios provinciales, que están obligados a tener cobertura médica estatal. Sin embargo, no confirmó si el plan encargado por Macri será el eje de las políticas sanitarias que el ganador de la interna entre Grindetti y Santilli llevará como propuesta electoral en octubre.

El encargo realizado por Macri revela dos situaciones: por un lado, la previsibilidad de gestión ante la posibilidad de que el PRO recupere el poder, lo que justifica la tarea encargada a técnicos con experiencia en gestión; por otro lado, su ambición por controlar al próximo gobierno. Estas propuestas han intensificado las tensiones internas en JxC y en las últimas horas las críticas de Rodríguez Larreta a la gestión de Cambiemos durante el período 2015-2019 han profundizado las divisiones en los proyectos del frente. Incluso hay un tema que incomodará a Rodríguez Larreta en su relación con la CGT: Macri quiere revisar la multiplicidad de obras sociales sindicales que existen en la actualidad y cuestiona aquellas que tienen menos de 50.000 afiliados debido al «costo excesivo de la burocracia necesaria para que funcionen», según Cassinotti. Este plan se está considerando en la mesa de consenso sanitario, en la que participan los equipos técnicos de todos los sectores que integran el frente opositor.

Una reunión organizada por la Cámara de Medicamentos de Venta Libre sirvió de marco para discutir las «reformas necesarias» que deben realizarse en el PAMI. En este encuentro, se buscarán involucrar a nuevos candidatos de diferentes sectores. Juan Tonelli, antiguo compañero sentimental de la exvicepresidenta Gabriela Michetti y actual director ejecutivo de CAPEMVeL, estuvo presente en la cena. También asistió Víctor Hugo López Monti, contador público y actual director general del Sanatorio Güemes, quien anteriormente ocupó cargos en el PAMI, IOMA y el hospital general de Agudos Cosme Argerich, este último perteneciente al sistema de salud pública de la Ciudad de Buenos Aires. Todos los participantes de esta reunión pertenecen al sector privado y, aunque se aclaró que actúan como asesores técnicos y no tienen intención de volver a la función pública, comparten sus vínculos con el sector político de Juntos por el Cambio durante el gobierno de Mauricio Macri, según han confesado ellos mismos.