Se estima que un 43% de la población vive en la pobreza: un total de 12,5 millones de personas

Expertos prevén que la inflación provocará un aumento significativo en la cantidad de personas en situación de pobreza durante los primeros seis meses del año. Según estimaciones de la Universidad Católica y la Di Tella, se espera que alrededor de un millón de personas se sumen a esta condición en comparación con el último dato proporcionado por el Indec. Este sería el peor resultado desde 2006, cuando alcanzó un 43,8%, y representa un desafío para el año electoral. Los datos oficiales se darán a conocer en septiembre, entre las elecciones primarias y generales. Los especialistas señalan que el nivel de empleo y la actividad económica han influido en este índice

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  • Según estimaciones, se espera que la tasa de pobreza en Argentina aumente entre un 42 y 43% en la primera mitad de 2023, lo que representaría 1 millón de nuevos pobres.
  • El incremento de la pobreza se debe principalmente a que el aumento de los ingresos familiares ha sido menor que el aumento en el costo de la canasta básica total.
  • La desigualdad también se ha incrementado, especialmente entre los sectores de mayores y menores ingresos, y se espera que la pobreza continúe aumentando debido a la inflación y la falta de empleo.

Según expertos, la primera mitad del año puede terminar con una tasa de pobreza del 42 al 43%, lo que implica un millón de nuevos pobres en comparación con los últimos datos del Indec para el segundo semestre de 2022, que fue del 39%.

«El aumento en la tasa de pobreza a lo largo del año parece estar principalmente relacionado con un incremento en los ingresos familiares que es considerablemente menor que el aumento en el costo de la canasta básica total (CBT). Es decir, el incremento en la CBT superó el 70% entre el segundo semestre de 2022 y el primer semestre de 2023, mientras que los ingresos familiares solo aumentaron menos del 50%», explicó Martín González Rozada, director de la Maestría en Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), a PERFIL.

El «nowcast» de pobreza de la UTDT registró un 43% para el primer semestre, lo que representa 12,5 millones de personas, mientras que el Indec informó que 11,5 millones de argentinos eran pobres. En el primer trimestre de este año, la tasa fue del 40,3%, y del 45,5% en el segundo trimestre. Si se considera este periodo trimestral, el valor más alto oficial se alcanzó en los primeros tres meses de 2006, con un 44,5%.

Con los datos de los primeros tres meses del año, Leo Tornarolli, economista e investigador de la Universidad Nacional de La Plata, también registró un aumento de la pobreza del 40,1% para el periodo octubre 2022-marzo 2023.

«En realidad, el primer trimestre incluye el aguinaldo y por eso fue 1.6 puntos más bajo que el último trimestre del año pasado», señaló Tornarolli en diálogo con este medio.

En el segundo trimestre de 2023, con los niveles de inflación registrados y aunque los salarios formales aumentaron con cierto rezago, pero quedaron por debajo, influyó el hecho de que la actividad económica comenzó a sentir los efectos de la sequía.

«Es de esperar otro aumento de la pobreza del 42 o 43% para el semestre que acaba de terminar», afirmó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), a PERFIL.

Y continuó: «Hay un 25% de pobreza estructural, que son pobres crónicos, es decir, de varias generaciones, que están en la informalidad o en programas sociales, en áreas urbanas de gran marginalidad y exclusión, pero también hay otra parte, que representa entre el 15 y el 20% de nuevos pobres, que son clases medias bajas que han caído en la pobreza, y esto no se debe tanto a sus condiciones de vivienda o nivel educativo, sino principalmente porque sus ingresos no alcanzan para vivir debido a la inflación».

Más desigualdad. Según los últimos datos de distribución del ingreso del Indec, también se ha incrementado la brecha entre los sectores de mayores ingresos y los de menores ingresos.

Se ha producido un aumento de la desigualdad entre los estratos más altos y más bajos. Y esto se explica principalmente por el deterioro de los ingresos reales de los deciles bajos y medios, aunque estos últimos en términos relativos», expresó Juan Bonfiglio, investigador del ODSA-UCA, a este medio.

El empleo y la actividad económica son los factores que explican por qué la situación no se está exacerbando aún más a pesar de los niveles altos de inflación en el español rioplatense. Ambos funcionan como mecanismos de contención para evitar que el indicador se dispare.

Según afirmó Salvia, dos factores están contribuyendo a limitar el aumento de la pobreza. En primer lugar, la existencia de una alta demanda agregada de empleo que aún se mantiene en un ritmo de crecimiento, aunque ha disminuido en los últimos meses. En segundo lugar, los programas sociales brindan una cobertura a más del 40% de los hogares en Argentina, lo que significa que 4 de cada 10 hogares reciben algún tipo de ayuda. Es por ello que la pobreza no se encuentra en una situación explosiva.

Además, los expertos coinciden en que otro factor que contribuye a esto es que el nivel de actividad económica aún no ha sufrido un deterioro significativo.