¿Cómo se calcula la rentabilidad de una empresa?

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El éxito y la rentabilidad de una empresa están determinados por la adecuada gestión del capital y las inversiones en cada área o etapa del negocio. Mantener prácticas sólidas y realizar análisis internos y externos de forma constante pueden marcar una gran diferencia en el desempeño financiero de tu empresa.

En este artículo, vamos a partir de las definiciones básicas y ofrecer una serie de recomendaciones que puedes tener en cuenta para lograr el éxito en tu negocio. ¡Transforma positivamente el rumbo de tu empresa y aumenta su rentabilidad!

¿Qué es la rentabilidad de una empresa?

La rentabilidad de una empresa se refiere a su capacidad para generar beneficios. Este indicador mide la relación entre las ganancias obtenidas y la inversión realizada para obtenerlas.

Frecuentemente, este término se confunde o se utiliza como sinónimo del concepto de ganancias. Aunque ambas son métricas contables que se utilizan para analizar el éxito financiero de una empresa, existen diferencias:

Rentabilidad de una empresa vs. ganancias de una empresa

Las ganancias son un valor absoluto determinado por el nivel de ingresos, costos y gastos en los que incurre una empresa, y se reflejan en el estado de resultados. No importa el tamaño de la empresa, todas desean obtener ganancias.

La rentabilidad, por otro lado, es un concepto relativo que indica el alcance de las ganancias en relación con el tamaño de la empresa. En pocas palabras, es una medida de eficiencia que determina el éxito o fracaso de una inversión.

Otro término que se utiliza con frecuencia al hablar de rentabilidad es el «retorno de la inversión». Aunque una empresa puede obtener ganancias, esto no significa necesariamente que las inversiones realizadas sean las más rentables.

Un ejemplo de rentabilidad empresarial sería el siguiente: si una empresa invierte $70,000 y genera ganancias de $7,000 en un año, su rentabilidad sería del 10%. No te preocupes si aún no dominas este cálculo, pronto verás más ejemplos.

En resumen, el objetivo de cualquier empresa es generar beneficios, los cuales se obtienen cuando los ingresos por ventas superan los costos derivados de las operaciones necesarias para producir dichos ingresos. Esto implica que los gastos deben ser deducidos de los ingresos por ventas, a fin de que tu negocio pueda ser rentable.

Por otro lado, la rentabilidad es un indicador relativo que se utiliza para determinar el alcance de las ganancias en relación con la inversión de la empresa. Por lo tanto, es una medida de eficiencia que determina el éxito o fracaso de una operación.

La importancia de la rentabilidad en una empresa

La rentabilidad es la clave del éxito de tu empresa. Si no tienes conocimiento del porcentaje de dinero o capital invertido que has ganado o recuperado, no podrás saber si el rendimiento de esta inversión fue positivo o negativo. Además, refleja la existencia de ganancias o, en caso contrario, permite detectar rápidamente los errores para impulsar el crecimiento. Por lo tanto, la rentabilidad te ayuda a identificar las operaciones que contribuyen al crecimiento y a detectar de manera efectiva los errores.

Las proyecciones del índice de rentabilidad te permiten evaluar qué tan eficiente fue el uso del capital. Por lo tanto, debes considerar el valor de las ganancias esperadas en comparación con los gastos operativos.

Todo se reduce a una división del valor presente entre la inversión inicial necesaria. Si el resultado es mayor a uno, significa que el proyecto será rentable más allá del punto de equilibrio.

Es importante que tu empresa tenga la capacidad de adaptarse a los cambios que puedan surgir en el mercado y en las tendencias. Esto solo es posible a través de los fondos de capital.

En general, el análisis de rentabilidad permitirá a tu negocio aumentar sus ganancias y mantenerlo exitosamente en un mercado dinámico y competitivo. Si tu empresa está en crecimiento, el análisis es fundamental para identificar oportunidades.

La responsabilidad que implica estar involucrado en el proceso de toma de decisiones finales requiere conocer la rentabilidad para tener una visión más precisa de tu empresa y saber qué elementos o estrategias debes utilizar para lograr un crecimiento adecuado y evitar el aumento de costos de inversión.

Los 5 componentes de la rentabilidad empresarial

Estos son los aspectos que debes evaluar en relación a la rentabilidad empresarial:

1. Venta

Las ventas son el componente más importante para cualquier empresa y están influenciadas por el tiempo, la demanda y el consumidor. Se maximizan cuando un negocio comprende adecuadamente la curva de demanda de su base de clientes: si se encuentra en una etapa favorable, si tiene productos atractivos y si cuenta con promociones efectivas para generar más ventas.

El índice de rendimiento de las ventas es un indicador de ganancias. Si las cifras de ventas son altas, tu empresa está preparada para enfrentar desafíos que puedan surgir debido a la volatilidad del mercado o a las tendencias económicas a la baja.

2. Precio

Establecer el precio adecuado es fundamental para determinar las ganancias. Debes implementar una estrategia de precios acorde con la industria o sector en el que te encuentres y el tipo de consumidor al que te diriges. Es recomendable verificar los precios de la competencia y determinar cuánto debes cobrar para aumentar tus ganancias. Además, es importante conocer los precios que tus clientes estarían dispuestos a pagar por tu producto o servicio.

3. Gastos

Una empresa rentable obtiene ingresos superiores a sus gastos. Estos gastos incluyen los recursos utilizados en los procesos comerciales o de producción, así como los costos de publicidad. Debes considerar todos los elementos necesarios para que tu producto pueda ser comercializado. Puedes calcular las ganancias deduciendo los gastos de los ingresos totales.

4. Permanencia

¿Sabes cuánto cuesta o costará mantener tu negocio en funcionamiento? El retorno sobre el patrimonio neto (ROE) muestra las ganancias generadas por una empresa en relación a la inversión realizada por los accionistas. Es importante que a mediano o largo plazo, el ROE sea mayor que el costo de oportunidad del capital. El rendimiento debe ser al menos igual a la tasa a la cual una empresa puede pedir prestado dinero a sus acreedores para cubrir el costo de mantenerse en funcionamiento.

Si tu empresa obtiene beneficios pero el rendimiento de tu patrimonio es bajo, es probable que todavía enfrentes problemas de rentabilidad.

5. Medición de la rentabilidad

Como mencionamos previamente, medir la rentabilidad de tu empresa confirma su éxito. El estado de resultados debe mostrar el desglose de los ingresos y gastos durante todo un año fiscal. Puedes utilizar índices de rentabilidad que analizan la salud financiera a través de información sobre cómo se generaron los beneficios en relación con las ventas, los activos totales y el patrimonio neto.

Cómo calcular la rentabilidad de tu empresa (con ejemplos)

Existen diferentes métodos para calcular la rentabilidad de tu negocio. A continuación, te los presentamos para que elijas el más adecuado para tus proyectos actuales.

Como subrayamos anteriormente, una de las formas de calcular la rentabilidad de una empresa es a través de la relación entre la inversión y los beneficios generados. Esto se calcula dividiendo las utilidades entre el valor de lo que se desea analizar y multiplicando el resultado por 100 para expresarlo en porcentajes. En caso de haber vendido la empresa, se puede utilizar la diferencia entre el precio de venta y la inversión.

Además, existen otros aspectos que se pueden calcular para determinar la rentabilidad global de tu organización.

1. Rentabilidad por inversión/utilidad

Para calcular la rentabilidad por inversión y utilidad, simplemente debes dividir los beneficios entre el valor que deseas analizar y luego multiplicar ese resultado por 100 para expresarlo como un porcentaje. Esta es una de las formas más globales de entender la rentabilidad de tu empresa.

Ejemplos de rentabilidad por inversión/utilidad

1. Si tu empresa invirtió 100.000 dólares y después de un año generó ganancias de 10.000, su rendimiento habrá sido del 10 %.

La ecuación que utilizamos fue: (10.000 / 100.000) x 100 = 10.

2. Si tu empresa realizó una inversión de 20.000 y luego se vendió por 30.000, su rentabilidad habrá sido del 50 %.

La ecuación que se utilizó fue: ((30.000 – 20.000) / 20.000) x 100 = 50.

2. Rentabilidad de un inmueble

Para calcular esto, necesitas conocer la inversión en el inmueble y las ganancias generadas. Las ganancias se determinan por la diferencia entre el precio de venta y el costo de inversión.

1. Si un inmueble tuvo una inversión de 30.000 y después de un tiempo se vende por 40.000, la rentabilidad será del 33,3 %.

La ecuación que se utilizó fue: ((40.000 – 30.000) / 30.000) x 100 = 33,3.

2. Si deseas calcular los ingresos de alquiler, podemos basarnos en este ejemplo: una empresa tiene un inmueble que fue invertido con 30.000, generó ingresos de 12.000 y los gastos en el mismo período ascendieron a 10.000. Por lo tanto, la rentabilidad del inmueble es del 6,7 %.

La ecuación utilizada fue: ((12.000 – 10.000) / 30.000) x 100 = 6,7 %.

Para calcular la rentabilidad futura, es necesario conocer la tasa de crecimiento promedio del valor de los inmuebles en la zona donde se encuentra tu empresa o planeas alquilar.

3. Rentabilidad de un proyecto de inversión

Si estás a punto de iniciar una nueva empresa o lanzar un nuevo producto al mercado y deseas saber si será rentable, debes considerar tu inversión y la ganancia futura, que se compone de las utilidades o ganancias proyectadas.

Ejemplo de rentabilidad de un proyecto de inversión

Por ejemplo, si inviertes $20,000 en el lanzamiento de un producto y las ganancias proyectadas en un año son de $3,000, entonces la rentabilidad será del 15%.

La fórmula utilizada es: (3000 / 20,000) x 100 = 15%.

Para este tipo de proyectos, es fundamental verificar otros factores como el riesgo que pueda tener el producto o su impacto en los clientes, ya sea positivo o negativo.

4. Rentabilidad de una acción

En este caso, necesitas los datos de la inversión en la acción y las ganancias que ha generado, que se componen de la diferencia entre el precio de venta y el de compra, y los dividendos (si se han entregado).

Ejemplo de rentabilidad de una acción

1. Si adquieres acciones por un valor de 10.000, pero después de un año el precio de las acciones aumenta y se venden a 12.000 y pagan un dividendo de 500, la rentabilidad habrá sido del 25%.

La fórmula que utilizamos fue: (12 000 – 10 000 + 500 / 10 000) x 100 = 25%.

De manera similar, puedes considerar las ganancias anteriores, aunque las acciones son más difíciles de predecir debido a su volatilidad en el mercado.

5. Rentabilidad de un producto

Al lanzar un producto al mercado, es necesario calcular el margen de ganancia que se espera obtener por cada unidad vendida. Esto complementa el cálculo de rentabilidad de una empresa y un proyecto, aunque no son lo mismo. En este caso, debes evaluar las ganancias reales en la venta del producto para determinar su costo y si realmente es una buena opción comercial.

Ejemplo de rentabilidad de un producto

1. Si vendes un producto con un valor de 100 y tu costo de producción es de 50, está claro que estás obteniendo una ganancia. En este caso, la rentabilidad del producto será del 50%.

La fórmula que utilizamos fue: (50 / 100) x 100 = 50%.

6. Rentabilidad de un servicio

El cálculo de la rentabilidad de un servicio es bastante similar a los casos anteriores. Para realizar esta operación, debes tener en cuenta los gastos asociados con tu oferta de mercado, como los salarios, el mantenimiento de equipos y la gestión de publicidad y marketing.

Ejemplo de rentabilidad de un servicio

1. Supongamos que has invertido 100.000 en un servicio que ofreces durante un año, pero al finalizar el ciclo te has dado cuenta de que tus ingresos no han superado los gastos. En este caso, podemos determinar que el servicio no es rentable.

La fórmula utilizada es: ((100.000 – 100.000) / 100.000) x 100 = 0.

En situaciones como esta, es fundamental que planifiques tus gastos y reduzcas los costos operativos de tu empresa. De lo contrario, seguirás sin obtener ganancias o incluso podrías empezar a tener pérdidas.

7. Rentabilidad de un cliente

La rentabilidad de un cliente, también conocida como el valor del ciclo de vida del cliente, representa la ganancia que se puede obtener al proporcionar una solución de mercado a un cliente específico. La fórmula utilizada es la misma que en los ejemplos anteriores, pero en este caso se deben considerar únicamente los gastos asociados con la venta a ese cliente específico y los ingresos percibidos por tu empresa a partir de ese cliente.

Ejemplo de rentabilidad de un cliente

1. Supongamos que has cerrado un trato con un cliente para convertirte en su principal proveedor de materias primas durante un año a un precio de 25.000 al mes. Lo primero que debes hacer es calcular los ingresos anuales que obtendrás de este negocio. En este caso, los ingresos serán de 300.000. Si sabes que tus gastos no superan los 100.000 al año para procesar y distribuir la materia prima, podemos determinar que la rentabilidad de ese cliente será del 66,66 %.

La fórmula utilizada es: ((300.000 – 100.000) / 300.000) x 100 = 66,66 %.

Como puedes observar, este es un índice alto, lo que indica que tu relación con ese cliente es especialmente rentable a largo plazo.

8. Rentabilidad de un modelo de negocio

Cuando evaluamos un modelo de negocio, es de vital importancia determinar su rentabilidad. Esto se debe a que el modelo de negocio debe ser reproducible con una alta probabilidad de éxito. Para llevar a cabo esta evaluación, debemos considerar las ganancias obtenidas hasta el momento en nuestras empresas o sucursales, y calcular un promedio de las utilidades obtenidas. Esto nos permitirá determinar la rentabilidad del modelo aplicado.

Ejemplo de rentabilidad de un modelo de negocio

1. Supongamos que tenemos tres sucursales del mismo sector, lo primero que debemos hacer es calcular la rentabilidad de cada una de ellas.

Por ejemplo, en el transcurso de un año, la primera sucursal obtuvo una ganancia de 10.000 con un gasto de 5000, la segunda sucursal obtuvo una ganancia de 20.000 con un gasto de 5000, y la tercera sucursal obtuvo una ganancia de 15.000 con un gasto igual al de las anteriores. Con esta información, podemos determinar que la rentabilidad de la primera sucursal es del 100 %, la de la segunda es del 300 % y la de la tercera es del 200 %.

Esta diferencia en la rentabilidad de cada una de las sucursales puede deberse a diferentes factores, como la ubicación geográfica, el público objetivo o la competencia local.

A pesar de esto, es evidente que todas las sucursales presentan un alto índice de rentabilidad. Por lo tanto, el modelo de negocio parece ser exitoso.

Si queremos determinar la rentabilidad promedio de nuestro modelo de franquicias, podemos calcular el promedio de la rentabilidad de las tres sucursales. Esto nos dará como resultado una rentabilidad general del 200 %.

9. Rentabilidad de un bono

Los bonos son un tipo de activo financiero muy atractivo para los inversores. Estos instrumentos tienen la particularidad de señalar el beneficio o ganancia que se obtendrá al comprarlos, y al finalizar el plazo establecido, esta ganancia será depositada en la cuenta del inversor.

Cómo aumentar la rentabilidad de una empresa: 9 estrategias

Un ejemplo de rentabilidad de un bono

1. Supongamos que obtienes un bono por valor de 10.000 y la institución financiera promete un rendimiento de 10.800 en tres años, lo que significa que habrás ganado 800 al final de la operación. Esto implica que el bono tiene una rentabilidad del 8 %.

La fórmula aplicada fue: (800 / 10.000) x 100 = 8.

Aunque esta tasa puede parecer baja, es una inversión segura ofrecida por diversas compañías a través de estos instrumentos financieros.

Si ya has realizado estos cálculos y deseas aumentar la rentabilidad de tu negocio, te recomendamos implementar las siguientes estrategias.

1. Gestiona tus gastos

Cuando las empresas realizan un análisis exhaustivo de sus gastos, suelen identificar áreas en las que se pueden reducir costos. Te animamos a hacer lo mismo en tu negocio, pero ten en cuenta que esta reducción no debe comprometer la calidad de tus productos o servicios.

Puedes prestar especial atención a áreas clave, como:

  • Proveedores: es posible que puedas negociar mejores precios.
  • Finanzas: revisa si estás utilizando algún tipo de préstamo o sobregiro. Nunca está de más examinar tus opciones financieras.
  • Instalaciones: muchas veces las empresas alquilan espacios que no aprovechan al máximo. Pregúntate si hay formas de optimizar el uso de tus instalaciones; una buena opción podría ser subarrendar espacios no utilizados.
  • Producción: haz que tus procesos sean más eficientes mediante una gestión adecuada. Si tu negocio se basa en la fabricación de productos, analiza si puedes aprovechar los residuos de materia prima. En este punto, también puedes considerar realizar ajustes en los procesos que se llevan a cabo en tu empresa. Es posible que puedas ahorrar energía o recursos. Un presupuesto basado en actividades puede ayudarte a determinar los gastos reales, es decir, cuánto cuesta cada proceso en la empresa, incluyendo salarios y materiales. Este es uno de los procesos más complejos, pero definitivamente uno de los más útiles también.

2. Mejora la eficiencia de la producción y el inventario

Las líneas de producción suelen representar gastos significativos, pero afortunadamente se pueden optimizar. Aquí te presentamos algunas formas de hacerlo:

  • Lleva un análisis de los precios de la materia prima y verifica si su costo ha aumentado con el tiempo.
  • Identifica los productos que tardan más en venderse y ajusta futuros pedidos para evitar que se acumulen en el inventario. Además, considera estrategias de venta cruzada para aprovechar los productos que llevan mucho tiempo almacenados.
  • No inviertas en exceso en el inventario.
  • Considera utilizar un software especializado en la gestión de inventarios, que facilite el control de almacenamiento, tiempos y espacios.

También, las estrategias de venta cruzada son una excelente opción para aprovechar aquellos productos que llevan mucho tiempo almacenados.

3. Compra de forma más eficiente

Sabemos que puede ser complicado determinar la cantidad exacta de productos que debes comprar para evitar gastos innecesarios. Sin embargo, tiene sentido revisar la base de datos de tus proveedores para saber si regularmente puedes adquirir los artículos a un menor precio. Además, considera otros distribuidores, compara precios y busca posibles acuerdos, como descuentos por pago anticipado. Recuerda que esto no debe comprometer la calidad de lo que ofreces.

Identifica las áreas donde gastas más y busca mejores condiciones con tus proveedores. Considera otros distribuidores, compara precios y obtén descuentos por pago anticipado, por ejemplo.

Asimismo, es recomendable no contar con demasiados proveedores. Aunque puedas pensar que tener más es mejor, en realidad puede resultar ineficiente. No obstante, es conveniente mantener al menos entre 5 y 6 proveedores para evitar que la empresa se vuelva vulnerable por falta de opciones.

4. Mejora la calidad de tu producto

Vender un producto a un precio más alto a los clientes es posible siempre y cuando la calidad no solo se mantenga, sino que también mejore. Analiza cuál es el artículo o servicio que genera más ingresos y optimiza su calidad. Crea estrategias para mejorar su reputación y enfatiza su valor. Esto no solo permitirá retener a los clientes actuales, sino también atraer a nuevos clientes.

Convertir un producto en algo indispensable en el día a día de los usuarios justifica su precio elevado, ya que se trata de un artículo premium o altamente valorado por ellos.

5. Enfoca tus esfuerzos de venta

Las dos estrategias clave para aumentar la rentabilidad empresarial a través de las ventas son vender más a clientes existentes rentables y encontrar clientes similares.

Para lograrlo, es fundamental identificar quiénes son tus mejores clientes, qué compran y con qué frecuencia lo hacen. Para simplificar esto, divídelos en diferentes categorías:

  • Clientes con altas ventas y altas ganancias
  • Clientes con altas ventas y bajas ganancias
  • Clientes con bajas ventas y altas ganancias
  • Clientes con bajas ventas y bajas ganancias

Aunque puede parecer obvio que te enfoques en los dos primeros grupos, aprovecha otras estrategias de venta para aumentar la rentabilidad de los últimos dos grupos a través de su nutrición como clientes.

Del mismo modo, no descartes dejar de hacer negocios con los clientes que generan bajas ventas y bajas ganancias. De esta manera, tendrás la oportunidad de concentrar tus esfuerzos en aquellos que sí benefician a tu empresa.

No escatimes en expandir tu base de clientes para que se ajusten al perfil de tus clientes más rentables.

6. Amplía la variedad de productos o servicios que ofreces

Si está dentro de tus posibilidades, aumenta la variedad de productos o servicios que ofrecas a tus clientes. A los consumidores les gusta la diversidad y si complementas sus compras, satisfaces por completo sus necesidades. De esta forma, no solo aumentarás tus ventas y rentabilidad, sino que también fidelizarás a tus clientes con tu marca.

Recuerda que el servicio al cliente es fundamental y puede marcar la diferencia frente a tus competidores. Si hay un área en la que debes invertir para garantizar que siempre brindarás una atención de calidad a tus usuarios, es en el servicio al cliente.

7. Amplía tu mercado

Así como es recomendable diversificar lo que tu empresa ofrece, expandirte a nuevas áreas de mercado puede tener un impacto positivo en tu negocio. Sin embargo, es importante que tomes todas las precauciones necesarias al elegir esta opción. Si bien esta expansión puede aumentar la rentabilidad de tu compañía (si se maneja adecuadamente), también puede conllevar riesgos y resultar más costosa.

Antes de aventurarte hacia nuevos horizontes, investiga a fondo tus alternativas hasta encontrar una oportunidad potencial. Hazte la siguiente pregunta: ¿puedo adaptar productos o servicios existentes a nuevos mercados? Si es así, tendrás la oportunidad de obtener nuevos ingresos con una inversión mínima. Ten en cuenta que siempre debes buscar un aumento en las ganancias.

El objetivo es identificar quiénes son tus nuevos clientes potenciales, cuáles son sus necesidades, cuándo son más propensos a comprar y bajo qué estrategias, cómo adquieren los productos, cuánto tiempo tardan en tomar una decisión y cuánto están dispuestos a pagar por un determinado producto o servicio.

Aprovecha las redes sociales para investigar y obtener información valiosa. Examina detenidamente las opiniones y comentarios de tus clientes y verifica lo que están buscando.

8. Mejora tu plan de marketing

Determina cuál es el producto de mayor valor para tus clientes más rentables y focaliza tus esfuerzos publicitarios en ellos. En la actualidad, tener una presencia sólida en las redes sociales es más que necesario para mantener a flote una empresa. Por lo tanto, optimiza tu presencia en Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn. No es necesario que crees una cuenta en todas estas plataformas, sino que averigües dónde se encuentran tus clientes. De esta manera, solo tendrás que concentrarte en los sitios donde realmente verán tus anuncios.

Desarrolla una estrategia en redes sociales para captar la atención de tus clientes potenciales. Utiliza contenido valioso para mantenerlos informados sobre tus productos o servicios. Si es posible, crea promociones o descuentos especiales a cambio de que se suscriban a tu boletín o recomienden tus productos a otras personas.

9. Incrementa la productividad

Todas las organizaciones cuentan con áreas en las cuales es posible mejorar los procesos para incrementar su productividad. A continuación, te mostramos algunas recomendaciones:

  • Medición: Mide de manera continua la eficiencia operativa. Establece sistemas y procesos que permitan aprovechar al máximo los recursos disponibles. Por ejemplo, es importante monitorear el tiempo que invierte un empleado en la realización de una tarea específica. Si se dedica mucho tiempo a una sola labor, es recomendable detectarlo a tiempo para encontrar la mejor solución y aumentar la rentabilidad.
  • Planeación de objetivos: Crea un plan de objetivos y compártelo con todos los equipos. Esto les brindará un enfoque claro sobre sus actividades y plazos, así como los motivará a alcanzar sus metas. Además, puedes utilizar incentivos para que los trabajadores den su máximo esfuerzo. Sin embargo, es importante evitar que la calidad del producto o servicio se vea afectada.
  • Agilización de procesos: De manera regular, detente a reflexionar y analizar si existen procesos actuales que se puedan optimizar. En estos casos, el benchmarking es una excelente opción para realizar una evaluación comparativa de precios entre empresas similares, o para analizar los patrones de producción y almacenamiento.

Estas comparaciones te pueden ayudar a obtener nuevas ideas y a impulsar procesos de negocio más eficientes. Algunos factores que pueden ser útiles para determinar esto son: la identificación de las áreas de negocio que deseas mejorar y la comparación con otras organizaciones. Para ello, puedes utilizar técnicas de investigación que involucren a clientes, empleados o proveedores.

También es recomendable investigar a fondo los procesos y funciones de tu negocio para calcular el potencial de mejora. Observa cómo operan las industrias que tienen procesos similares a los tuyos y verifica las acciones que han implementado para hacer más eficientes sus procesos, como la adopción de sistemas de gestión inteligente o automatización.

Aunque no existe una fórmula mágica para lograr la rentabilidad empresarial, confiamos en que con estas estrategias y ejemplos puedas identificar en qué aspectos es necesario poner más atención.