¿Qué pasa si no pago un préstamo en Argentina?

Compartir en WhatsApp
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en LinkedIn
Compartir en Telegram
Copiar enlace

Cumplir con las obligaciones financieras es fundamental para la estabilidad económica de cualquier individuo, tanto a nivel personal como empresarial. Además, cuando alguien no cumple con los pagos correspondientes después de haber obtenido y utilizado un préstamo personal, se expone a diversas consecuencias de distinta gravedad, que dependen del monto acumulado de la deuda.

Consecuencias por no pagar un préstamo personal

Cuando se solicita un préstamo a una entidad financiera, se adquiere el compromiso de pagarlo en el plazo establecido. Si no se cumple, las consecuencias pueden variar según el tiempo de retraso en el pago y la cantidad adeudada.

En este sentido, dejar de pagar un préstamo nunca es la mejor opción, ya que inicialmente aumenta la deuda, lo que dificulta aún más su pago. En estos casos, el deudor se encuentra atrapado en un ciclo del que es complicado salir.

A continuación, analizaremos algunas de las consecuencias más significativas que se producen cuando una persona, por diferentes circunstancias, no paga las cuotas correspondientes a un préstamo personal.

Aumento de la deuda

La principal consecuencia de no pagar una deuda es el incremento de la misma. Desde el momento en que una persona deja de realizar los pagos, la entidad financiera automáticamente aumenta la deuda con los intereses de demora.

Los intereses de demora son una de las principales consecuencias que aparecen de inmediato ante cualquier retraso en el pago. De hecho, si hay una fecha específica para el pago de la deuda, como suele ser habitual, y la persona se retrasa algunos días, ya debe abonar intereses adicionales por el retraso. Esta situación empeora a medida que pasa el tiempo y la deuda sigue creciendo y acumulándose.

Reclamación judicial

Si la deuda continúa acumulándose y la persona no cumple con su compromiso, es probable que la entidad financiera inicie una reclamación judicial por la deuda. Aunque el momento de presentar esta reclamación puede variar de una empresa a otra, suele ocurrir después de tres pagos consecutivos impagados.

Embargo de activos

En el caso de que un deudor no cumpla con el pago y tenga propiedades y bienes a su nombre, la siguiente medida podría ser el embargo de dichos activos. El propósito de estos embargos es cubrir el saldo de la deuda con los bienes personales del deudor. Por lo general, se embargan primero las cuentas bancarias, el salario o la pensión, y si es necesario, los bienes personales como la vivienda o el automóvil.

Por tanto, si el tiempo de pago se prolonga demasiado y las deudas no se pagan, un juez autorizará el embargo de los bienes del deudor para cubrir la deuda mencionada.

Registro de deudores

Otro de los graves problemas que enfrentan las personas que no cumplen con sus compromisos financieros es que, además de las consecuencias anteriores, quedan registrados en las listas de deudores del BCRA, lo que representa un gran obstáculo para tener acceso a otro tipo de soluciones de financiamiento en el futuro.

¿Es un delito?

A diferencia de lo que muchos creen y algunos acreedores afirman para intimidar a los deudores, no pagar un préstamo personal no es un delito y, por lo tanto, no conlleva penas de prisión ni antecedentes penales.

Como hemos mencionado anteriormente, tiene otras consecuencias (demandas judiciales, embargos, registro en listas de morosos, etc.), pero se trata de consecuencias civiles y no penales. Por lo tanto, no es un delito.

¿Qué tener en cuenta antes de solicitar un préstamo?

Una forma de evitar retrasos en el pago de los créditos es realizar un análisis completo antes de contratar un préstamo. De esta manera, podremos planificar el pago de las cuotas de manera que siempre se ajusten a nuestro presupuesto. Para ello, es útil tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Investigar el costo financiero total del préstamo al que queremos acceder, ya que, al tener esta información en cuenta, podremos calcular exactamente cuánto dinero tendremos que pagar cada mes, considerando todos los costos asociados al préstamo.
  • Hacer un cálculo responsable de nuestra capacidad real de pago. Para esto, es necesario tener en cuenta nuestros ingresos y gastos para determinar cuánto podemos ahorrar cada mes. Los expertos recomiendan destinar no más del treinta por ciento de nuestros ingresos al pago de deudas (este porcentaje puede variar dependiendo de cada situación personal).
  • No ajustarse al límite. Lo ideal sería destinar un porcentaje de nuestros ingresos para cualquier inconveniente imprevisto.
  • Pedir solamente la cantidad de dinero que realmente necesitamos, sin solicitar una suma mayor. De esta manera, utilizaremos únicamente el dinero justo y necesario para pagar el préstamo.
  • No pagar una deuda no es la solución a un problema, sino que, en realidad, lo empeora. Esto conlleva consecuencias que se agravan con el tiempo si no se realizan los pagos correspondientes. Por eso, en nuestro presupuesto mensual, el pago de las deudas debe ser una prioridad.